Tecnicas de Hammond - EXPRESSION PEDAL

En este artículo nos liamos con una técnica fundamental para otorgarle vida al órgano Hammond, y es que muchos instrumentos permiten controlar el volumen de una forma sencilla o cuanto menos bastante intuitiva. Instrumentos de percusión, de cuerdas o de viento responden a la intensidad con la que se tocan, entre ellos el piano, cuyos martillos actúan con la misma suavidad o agresividad con la que golpeamos las teclas. Pero en este sentido el órgano Hammond también "da la nota".

El Hammond no es sensible al tacto, esto significa que sonará al mismo volumen con un toque leve de la tecla que con un toque fuerte, así que conviene no equivocarse demasiado.
Solo hay dos maneras de controlar el volumen.

La primera de ellas no es muy práctica, por no decir imposible, y consiste en ir moviendo los tiradores, ya que hay configuraciones de drawbars que tienen exactamente la misma sonoridad pero con distinto nivel de volumen. Este es un ejemplo en el que, en cada configuración, el volumen va siendo más bajo:

Configuración nº 1: 00 87670 54

Configuración nº 2: 00 7656 043

Configuración nº 3: 00 6545 032

Configuración nº 4: 00 5434 021

                          (La Ciencia de los Drawbars)

Así pues, si queremos jugar con el volumen del Hammond nuestras posibilidades se ven reducidas a utilizar también nuestro pie derecho para mover el "PEDAL DE EXPRESIÓN".

¡No todo iba a ser tan fácil como tocar dos teclados simultáneamente, mover tiradores, botones y perillas, controlar la velocidad del Leslie y tocar los bajos con el pie izquierdo descalzo!

Debe ser por esto que cuando veo a Jimmy Smith haciendo todo esto y cogiendo (no sé con qué mano) una toalla para secarse el sudor me parece más grande todavía.

A cerca de cómo, cuándo o con qué frecuencia usar el pedal de expresión se puede abrir un intenso debate. Anímense!

¿Cuándo y cómo usar el Pedal de Expresión?

Pues el uso del pedal de expresión es bastante intuitivo, igual que con otros efectos del Hammond como el uso del Leslie, no hay nada establecido, hacer lo que suena bien nunca falla. Probablemente dependerá del estilo musical ya que no es lo mismo un trío de Jazz, que permite más juego de volúmenes, que una banda de rock en la que habrá muchas más frecuencias sobre el escenario y su uso excesivo podrá provocar un efecto no deseado.

A grandes rasgos se podría decir que el pedal de expresión da dinamismo al Hammond pero parece que su uso puede inducirnos a varios errores comunes.

El pedal de volumen no es un Wah-Wah!

Es muy habitual llevar el compás con el pie derecho, por eso, si tenemos el pie constantemente sobre el pedal de expresión es muy común cometer el error de moverlo inconscientemente a ritmo de la música lo que desencadena que haya momentos con demasiado volumen y otros en los que nos se oigan las notas y provocando precisamente el efecto contrario al buscado, la falta de dinamismo.

Pero como en todo hay excepciones.

Según he leído por ahí, tocando un "walking bass" con la pedalera de bajos y pisando el pedal a ritmo solo cuando tocamos una nota negra de los bajos le da un carácter de bajo acústico, más emocionante, menos plano que con el pedal de volumen parado. Quien pueda que lo pruebe y nos lo cuente.

Por otra parte algunos organistas, como el propio Joey DeFrancesco, no son muy dados a usar el pedal de expresión, se busca un volumen adecuado y estable, y solo en momentos muy puntuales se pisa o afloja el pedal, algo que en principio resulta más efectivo.

Esto es algo que no debe confundirse con mantener el pedal fijo hasta la llegada de un solo, esto no es dinámica.

Bien, pues ya he dicho todo lo que en principio no hay que hacer, pero entonces…

¿Qué hay que hacer?

¡Y yo qué sé!

Porque no es solo un pedal de volumen con el que subir o bajar la intensidad según los momentos de un tema (por eso no se llama pedal de volumen si no pedal de expresión), así que lo que en principio parece más correcto sería mover el pedal sutilmente y según la melodía del tema, básicamente como acentos haríamos sobre un piano, para no sonar plano y como decía, darle vida al órgano Hammond!



Pero como siempre, lo mejor es verlo y escucharlo:

Este primer video quizá no sea el mejor, pero el señor ¡es tan gracioso! que aunque no aclare nada seguro que te saca una sonrisa:

No, ahora en serio, aquí van dos buenos y cuando me tope con alguno mucho más claro lo cuelgo:

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