Técnicas de Hammond: WAH-WAH

El efecto Wah-Wah es originalmente un término jazzístico en uso desde mediados de la década de 1920 para referirse a un efecto de sonido producido por el uso de la sordina en instrumentos de viento.

Habría que esperar hasta finales de la década de los 60 para ver este efecto extendido a otros instrumentos, ya electrónicos, como el órgano, el bajo eléctrico y principalmente la guitarra eléctrica a través del Wah Wah Pedal.

Un pedal curiosamente fabricado por la Thomas Organ Company, en esos años en posesión de VOX, en el que se varían las frecuencias de corte sin afectar al volumen de la señal y produciendo un sonido semejante al de un niño repelente llorando: "CRY BABY".

El pedal de Wah Wah por excelencia es el Dunlop Cry Baby hecho a imagen y semejanza del original, el Vox Cry Baby (Thomas Organ Company).

Su uso se destinaría casi en exclusiva a guitarristas, no podemos dejar de nombrar a quizás el mayor impulsor de este pedal, Jimmy Hendrix (Voodoo Child), en el que además del efecto Wah-Wah, los ritmos funkys producen otro efecto "Wacka-Wacka". A parte de Hendrix, otros grandes dieron buena cuenta del Wah-Wah como Stevie Ray Vaughan o Eric Clapton.

Precisamente hablando de Eric Clapton, su teclista a finales de la década de los 70, Dick Sims fue de los primeros en conectar un pedal de Wah Wah a un órgano Hammond situándolo en la parte superior de la consola del Hammond para ser manejado con la mano.
En España el referente de Hammond Wah Wah probablemente sea Marta Ruiz que bajo su Hammond tiene una bonita colección de pedales diversos.

Pero escuchemos... Hammond y Wah Wah hacen esta pareja:

David Greenfield de The Stranglers utiliza un pedal wah con su hammond en el tema "Dagenham Dave".

Muchos otros teclistas hicieron también uso del efecto wah-wah tanto en estudio como en directo. Garth Hudson de The Band lo aplicó al clavicordio en la canción "Up on Cripple Creek" para emular un arpa de boca. También Rick Wright de Pink Floyd conectando el pedal al Wurlitzer en "Money" o Jordan Rudess de Dream Theater dieron buena cuenta del Wah Wah.

Posdata: Este artículo debería haber acabado aquí, pero no... no nos confundamos, cuando hablamos de un órgano Hammond todo se complica, y es que las posibilidades que ofrece este instrumento parecen infinitas:
"Hace poco vi este truco, aunque no puedo llevarlo a cabo todavía. Sacando un puñado de tiradores e introduciéndolos de nuevo rápidamente  en medio del acorde".

A ver si soy capaz de encontrar un buen vídeo de esto, doy por hecho que a la vez habría que jugar con el pedal de expresión. Pues eso... a jugar!